Los límites son necesarios ya que desde que nacemos nos construimos como personas en nuestra relación con los otros.
En los primeros meses, es una relación de simbiosis con la madre para luego llegar a la diferenciación y separación de la madre.
Al principio son como una sola persona madre y bebé en una relación dual, para luego llegar a ser dos personas totalmente independientes.
Los bebés pasaran de una atención continua, muy necesaria para su desarrollo, a un vaivén con la madre, ahora puede atenderme, ahora toca esperar porque mamá, está duchando, cocinando, hablando con alguien o haciendo otras cosas.
Aprender a tolerar estas pequeñas esperas, le ayudará a entrar en el principio de realidad, gracias al cual podrá más adelante ser una persona independiente.
Los límites son necesarios para descubrir lo social
Descubrir que hay otros y , no es lo único en el mundo y sus deseos no coinciden siempre con los de la madre.
Esto iniciará un camino para tolerar la frustración al principio con la espera, y más adelante el» no”, ahora toca dormir, no puedes subir ahí porque es peligroso, y un largo etc.
Este aprendizaje es muy importante, el «no», será estructurante y da mucha seguridad.
El niñ@ buscará la aprobación o desaprobación de la madre y de esta manera irá entrando en lo social, con los dos años y la crisis de oposición vendrán las rabietas y querrá imponer su criterio, está reafirmando su identidad distinta a la de la madre.
Es responsabilidad de los padres y profesores a acompañar al niño en este aprendizaje de tolerar la frustración para poder superar el egocentrismo y omnipotencia mágica de los primeros años que con solo señalar con un dedo sus deseos eran cumplidos.
Los límites deben ser adecuados a la edad así como la capacidad para elegir en pequeñas cosas.
Los adultos deben decidir en los aspectos importantes en una alimentación variada, hora de irse a la cama, todo aquello que favorece hábitos saludables todavía hay un largo camino a la autonomía.
De ésta manera se ayuda al descentramiento de su punto de vista, fundamental para acceder a los aprendizajes escolares.
Para poder aprender los niños necesitan superar estas etapas en su camino hacia la autonomía, tan importante es la diferenciación de la madre como tolerar la frustración de que no siempre prevalece su deseo.
En paralelo a los aprendizajes básicos se inicia el proceso de socialización que no es posible sin salir del egocentrismo de las etapas anteriores.
7 Consejos sencillos para aplicar los límites
1-Objetividad; utilizar frases cortas y ordenes sencillas» termina la merienda y podremos irnos al parque» y dar alternativas sin que sea un no rotundo» Antes de comer no te puedo dar un caramelo, pero si un helado de postre»
2-Ofrecer Opciones En algunos casos podemos darle oportunidad de decidir entre dos cosas, aumentando su sensación de control y poder y a la vez que hace lo que queremos.» Vamos a merendar, ¿de qué prefieres el bocadillo de jamón o de queso?»
3-Formular en positivo; los niños son más receptivos a hacer, es mejor decirles lo que queremos que haga que lo que no deben hacer.
4-Firmeza en el cumplimiento, las normas deben sencillas pero efectivas en el día a día y hay que ser consecuente con lo que les pedimos, sino cumples lo que dices, perderás autoridad y tu palabra no tendrá mucho valor la próxima vez.
5-No delegar la autoridad en otro «¡ ya verás cuando venga tu padre!, así nos desautorizamos a nosotros mismos.
6-No hacer de la norma algo personal, a veces poner distancia lo hace más fácil, es más fácil de manera impersonal, es ya la hora de dormir mañana hay que madrugar que quiero que vayas a dormir ahora mismo.
7-Explica el por qué; cuando un niño entiende el motivo de una regla, se sentirá más animado a obedecerla, si entienden la razón de las cosas irá construyendo el valor de las cosas y creando su propia conciencia
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