Estimulación psicomotriz

Algunos bebés con retraso psicomotor traen consigo un diagnóstico de hipotonía o retraso madurativo, la estimulación psicomotriz es una terapia global que ayudará mucho a estos niños/as a poder ir superando los hitos del desarrollo.

La estimulación debe ser de forma global porque en el bebé no podemos separar lo motor de lo cognitivo y de lo emocional, si un bebé no puede desplazarse el acceso a la exploración de los objetos estará limitado influyendo en su experiencia del entorno así como la adquisición de muchas nociones espaciales y perceptivas. Del mismo modo la falta de autonomía no le dotará de la seguridad para conquistar nuevos retos motrices necesarios para su desarrollo, equilibrio, ajuste tónico postural coordinación general y óculo-manual, todas estas habilidades son necesarias.

El desarrollo seguirá el mismo orden para todos los niños siendo cada hito prerrequisitos de las siguientes adquisiciones, siguiendo las leyes del desarrollo cefalocaudal (De arriba abajo siendo primero la cabeza) y próximo distal. (Del centro del cuerpo hacia los dedos en último lugar)

El ritmo es lo que variará será único en cada niño, la intervención respetara la individualidad adaptándose siempre a las características y dificultades que presente cada niño  , para ello utilizará el juego como metodología privilegiada para acceder a los intereses del niño y motivar hacia el placer del movimiento.

Es fundamental disponer de diferentes materiales adaptados a la edad del niño y poder variar enriqueciendo el ambiente, pero también es importante no saturar y estar atentos a los indicadores que muestra el bebé, cuando ya está cansado o demasiado estresado, se trata de disfrutar con el movimiento siempre desde el placer.

La participación de las familias en la estimulación psicomotriz

La implicación de los padres es fundamental, tanto en las sesiones de estimulación psicomotriz, como en casa ayudar a las familias a entender el desarrollo de su hijo, mejorar su interacción con él y capacitarlas (activamente)en el proceso de desarrollo del niño. Las interacciones que tienen los niños con sus padres, hermanos, abuelos… le presentan a éste los retos necesarios para que su organismo vaya madurando poco a poco.

Cuando el niño presenta un trastorno en su desarrollo o pertenece a un grupo de riesgo, estas interacciones no se dan o no se hacen con la suficiente frecuencia. Por ello en estos casos las interacciones sociales y los aprendizajes se deben estructurar para garantizar en la medida de lo posible la adquisición de los hitos del desarrollo. Esta estructuración o intervención se debe dar cuanto antes mejor pues es durante los primeros años de vida cuando la plasticidad del sistema nervioso es mayor y todas las intervenciones que se realicen serán más eficaces.

El objetivo fundamental en los primeros meses de vida del niño es ayudarle a organizar los ritmos básicos de alimentación, sueño y vigilia; transmitirle el afecto a través del tacto, el sonido de la voz y el ritmo.

Debemos respetar la escasa preparación que tiene el bebé y no forzarle, estableciendo un equilibrio entre la estimulación que recibe y la que puede integrar. Por lo que los estímulos que le proporcionemos -visuales, auditivos, posicionales, etc.- deben ser adecuados en intensidad y calidad.

Estimulacion psicomotriz en los trastornos psicomotores

Estrategias en la estimulación psicomotriz de bebés:

  • Los masajes pueden ayudar a mejorar el tono en el bebé tan importante para poder mantener una postura o iniciar el movimiento, también favorecen la interacción aportándoles seguridad y afecto para emprender nuevos retos.
  • Las posiciones boca-abajo durante unos minutos también ayudaran a fortalecer la musculatura de cabeza y cuello y se extenderá hasta el tronco, siempre motivando con objetos.
  • Ejercicios de equilibrio en las diferentes posiciones sobre el terapeuta, mostrándole diferentes juguetes a los lados, cargándolo en diferentes posturas e inclinaciones, balanceos en un balón de ejercicio, en un columpio también mejora su tono, así como la coordinación.
  • Alentar al bebe a la exploración de diferentes objetos de materiales diferentes (corcho, cartón, metal, madera…etc.) animarle a agarrar y soltar mejorará su coordinación y prensión para poder experimentar con las diferentes propiedades de los objetos.